En esta sesión en vivo aprendimos: cómo construir un dashboard que realmente sirva para tomar decisiones, no esas láminas llenas de colores sin sentido que solo abruman.
Fuimos paso a paso desde la definición de indicadores hasta el diseño visual final, para que cualquier persona pueda entregar un panel profesional, elegante y funcional… sin sufrir en el intento.
Lo que se trabajó en clase
Cómo definir los KPIs correctos (y dejar de medir tonterías que no mueven nada).
Construcción de Tablas Dinámicas base para alimentar el dashboard.
Creación de gráficos dinámicos que reaccionan a los cambios de los datos.
Uso de segmentadores sincronizados que controlan todos los gráficos.
Cómo aplicar un diseño consistente en todos los elementos (sin ensuciar el panel).
Elección estratégica de paletas de color para que el dashboard comunique, no distraiga.
Estructura lógica del dashboard para que el usuario final entienda en segundos qué está viendo.
Por qué los dashboards importan (y mucho)
Son la herramienta que permite tomar decisiones rápidas y basadas en datos, no en intuiciones.
Reducen horas de trabajo manual y entregan información siempre actualizada.
Profesionalizan cualquier área: un buen dashboard eleva su nivel frente a jefes, clientes o directores.
Transforman datos crudos en historias claras, donde cualquiera entiende qué está pasando.
Son la base de automatizaciones y reportes avanzados en Excel, Power BI o cualquier otra plataforma.